Empresas que en su momento fueron intocables, grandes gigantes que llegaron a desplazar a otros de su sector, como los dinosaurios se extinguieron. Algunas por no saber evolucionar, otras por no poder recuperarse de grandes crisis. Y como los grandes saurios, aún quedan huellas que nos recuerdan su existencia.
En economía se habla de aquellas empresas que son "demasiado grandes para caer". Con un doble sentido. En algunos casos es porque se trata de compañías cuyo volumen y posición en sectores estratégicos pueden hacer temblar a toda la economía en caso de desaparecer. En otros, porque son marcas que han existido durante tanto tiempo -en algunos casos siendo las primeras en haber existido en su sector-, que no puede entenderse que dejen de existir.
Pero el caso es que, se hable en el sentido en el que se hable, hay empresas y marcas que, independientemente de lo grandes que fueran y de haber sido las pioneras, pasan de ser parte indispensable del paisaje económico, a dejar un gran cráter humeante o a marchitarse y desaparecer. Muchas veces porque los tiempos cambian y a estos grandes dinosaurios les costó reaccionar hasta que ya fue tarde. Otras por flagrantes excesos, mala gestión y la avaricia de malos gestores. Hay ejemplos también de fuego cruzado, donde la combinación de las circunstancias económicas, las prácticas de la competencia y alguna injerencia política agrietaron la sólida fachada de la marca.
Hemos recopilado once casos ejemplares de marcas españolas e internacionales que, en cierta manera ejemplifican épocas y modos de gestión que no se nos deben olvidar. Desde los excesos de la Beautiful People de la España de los años 80 del siglo XX, a algunos de los culpables del gran estallido de la crisis de las hipotecas subprime en 2008. Algunos en los Estados Unidos, otros mucho más cerca. Ni las causas de la caída se deben a un solo factor. Alguna de estas diez empresas ha fracasado porque su sector se desregularizó irreflexivamente y otras porque el Estado intervino cuando no debía.
No son los únicos casos y muchos otros ejemplos se han quedado fuera. Algunos de ellos por no haber desaparecido todavía, otros porque incluirlos sería repetirse. Pero si te vienen a la cabeza, ten por seguro que tienen algún tipo de relación con los ejemplos que hemos escogido.
¿Quién hacía competencia a El Corte Inglés antes del comercio electrónico? Cuando El Corte Inglés era una modesta sastrería del centro de Madrid, el asturiano Pepín Fernández regresó de Cuba dispuesto a implantar en España unos grandes almacenes, al estilo de los Almacenes El Encanto, en La Habana. Para ello compró una tienda de sedas cerca de la Puerta del Sol en 1943 y comenzó un agresivo plan de expansión, abriendo grandes centros comerciales en las principales ciudades de España entre 1968 y 1979, cuando las deudas obligaron a traspasar la empresa a sus acreedores. Nunca se recuperó de esa situación y la empresa fue pasando de mano en mano, fue expropiada, privatizada y finalmente absorbida por su eterno competidor: El Corte Inglés.
Arthur Andersen despareció tras cuestionarse su papel de auditora en el escándalo de Enron
Arthur Andersen
La que fuera "la corte del Rey Arturo", una auditora centenaria y elitista, donde los empleados se consideraban "monjes templarios con corbata", sin horas de salida. Una empresa donde ascendías o te ibas y creadora del modelo de auditores/consultores tal y como lo conocemos. Terminó desapareciendo al no haber visto en sus auditorías las escandalosas prácticas de ingeniería fiscal de la empresa energética Enron. La caída de Enron en 2001 arrastró a Arthur Andersen, que terminó desapareciendo, troceada y absorbida por la competencia en 2002. Tres años después, la que fuera su sede en España, la Torre Windsor, era consumida por las llamas.
Banesto
Banesto
El Banco Español de Crédito (Banesto) fue fundado el primero de mayo de 1902. Desde entonces, su historia fue una historia de expansión, especialmente a partir de los años 40 del siglo XX. Una entidad seria, aburrida y solvente, hasta la llegada del exabogado del Estado Mario Conde a su presidencia, en 1987. Conde, sin experiencia como banquero, se embarcó en un agresivo plan de crecimiento para disputar al Banco de Santander su liderazgo en el mercado. Con la crisis económica vivida en España en los años 90, quedó al descubierto que ese crecimiento se había basado en la concesión de préstamos que resultaron ser morosos y que estaban maquillados en las cuentas del banco. El 28 de diciembre de 1993 el Banco de España intervino la entidad, que tenía un agujero contable de 680.000 millones de pesetas (4.096 millones de euros) y millones de documentos que se habían ocultado a la inspección del supervisor. La intervención se produjo con rapidez (4 meses) y los ahorros de los clientes pudieron salvarse, aunque la operación costó 600 millones de euros a las arcas públicas que nunca se recuperaron. El banco fue adquirido por el Santander en 1994 y despareció del todo el 3 de mayo de 2013, al ser absorbido por el banco de los Botín, con 114 años y dos días de edad. La que fuera su sede, en el número 14 de la calle de Alcalá, en Madrid, será un hotel de lujo cuando acaben unas largas obras que aún provocan no pocos quebraderos de cabeza a los madrileños.
Logotipo de Trans World Airlines (TWA)
Trans World Airlines (TWA)
Hubo una época en la que volar era más que transportarse de un sitio a otro. La aviación comercial tenía cierto halo romántico y de lujo. Muchas de las compañías aéreas nacidas a principios de los años 30 tenían ese halo y ese propósito casi desde su nacimiento. Pero TransWorld Airlines (TWA), además, tenía el toque sexy y osado de su fundador, el multimillonario-inventor-aventurero Howard Hughes y fue una de las primeras compañías en usar aviones a reacción. Sin embargo, la desregulación del sector aéreo estadounidense realizada a finales de los años 70 la convirtió en un objetivo muy apetecible para los buscadores de lucro rápido. A partir de ahí, las convulsiones de sus consejos de administración la hicieron vender algunas de sus rutas más lucrativas e ir encadenando bancarrotas, hasta desaparecer al ser absorbida por American Airlines en 2001.Su huella queda en la espectacular terminal modernista en el aeropuerto JFK de Nueva York, hoy reconvertida en un hotel que recrea la nostalgia de la era dorada de la aviación en los años 60.
Lehman Brothers, el que fuera modelo de banca de inversión.
Lehman Brothers
El lunes 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos, se declaró oficialmente en bancarrota tras 158 años de actividad. La caída de este gigante financiero fue el detonante de la crisis global de la que aún sufrimos secuelas.Este veterano banco, que había sobrevivido a otras crisis y estallidos de burbujas, era valorado por todas las agencias de rating como uno de los más solventes de Wall Street, hasta que se descubrió que la mayor parte de sus cuentas estaban dañadas por la presencia de los llamados "activos tóxicos" -deudas incobrables, sobre todo de las llamadas "hipotecas basura"-. Y lo que parecían balances positivos terminó siendo una suspensión de pagos.Sólo a los Estados Unidos, la caída de Lehman Brothers le ha costado más de 22 billones -millones de millones- de dólares, mientras que la crisis a la que dio el pistoletazo de salida fue mundial.
Blockbuster
¿Qué veíamos antes de Netflix? Pues lo que echaban por la tele o lo que había en el videoclub. Y Blockbuster consiguió ser el rey mundial de los videoclubes a través de su red de franquicias. La combinación de un catálogo más amplio que el de la competencia, además de un mejor sistema informático de gestión de sus inventarios, hicieron que esta empresa, fundada en 1985 por el informático David Cook, llegara controlar el 25% del mercado mundial de alquiler de películas y a tratar de tú a tú con las productoras para ofrecer sus películas en condiciones muy ventajosas. En sus tiendas, no sólo se disponían de las últimas novedades, sino que era posible también alquilar consolas, videojuegos y comprar aperitivos y bebidas para la posterior sesión de cine en casa. Blockbuster pudo haber comprado Netflix, cuando era una empresa que alquilaba películas por correo, pero no vio futuro a ese negocio. Tampoco tuvo interés, hasta que fue demasiado tarde, en las plataformas de vídeo bajo demanda. La piratería, la televisión por cable y los servicios de streaming remataron a la cadena, que se disolvió del todo en 2013.
Thomas Cook
La primera agencia de viajes del mundo. Tal cual. Fundada por el británico Thomas Cook en 1845, tras decidir en un trayecto en tren que no estaría mal organizar viajes para aquellos que lo desearan. De ser una empresa familiar, Thomas Cook pasó a ser un gigantesco conlgomerado empresarial que gestionaba hoteles, aerolíneas y hasta servicios financieros. Todo ello sin reparar en que Internet, las aplicaciones móviles y los comparadores de viajes le estaban empezando a comer el terreno.Aún así la empresa se endeudó hasta que no pudo refinanciarse, no logró un plan de rescate pese a negociarlo en el último momento y echó el cierre el 23 de septiembre de 2019, obligando a repatriar a 150.000 viajeros, en la operación de este tipo más grande después de la Batalla de Dunkerque, en 1940.
Martinsa-Fadesa
Fadesa fue uno de los principales grupos inmobiliarios de España. Creada en La Coruña por Manuel Jove a finales de la década de los setenta, estaba especializada la construcción de grandes proyectos de vivienda protegida. Fadesa tuvo presencia en la práctica totalidad del territorio español a través de 20 delegaciones y más de 50 puntos de venta. A nivel internacional participaba en grandes proyectos como el mayor resort turístico de Marruecos con una superficie de 300.000 metros cuadrados. Era una de las 14 inmobiliarias más grandes de España y parecía más sólida que el hormigón de sus construcciones. Sin embargo, como muchas inmobiliarias, se limitaba a huir hacia adelante mientras seguía pidiendo prestado dinero. En 2008, y tras su fusión con Martinsa, las ventas de los pisos cayeron bruscamente y los bancos se negaron a prestar más dinero. No quedó otro remedio que anunciar la quiebra y posterior concurso de acreedores (el más grande de la historia española hasta 2008) por no poder atender su deuda, contraída, en buena medida, durante la fusión de ambas empresas
Logotipo de Compaq Computers
Compaq
Compaq Computers nació en Texas en los años 80, cuando antiguos directivos de Texas Instruments decidieron que iban a hacer que los ordenadores fueran portátiles. Así, en 1983 lanzaban su primer PC, portátil, compatible, con las mismas prestaciones que los ordenadores de sobremesa de entonces. Desde ese momento se embarcó en una guerra de precios por hacer ordenadores portátiles que combinasen prestaciones y precios asequibles, siendo de las primeras empresas en emplear chips AMD y no Intel. Sus tácticas agresivas llegaron a expulsar del mercado de los ordenadores personales a gigantes como IBM o Packard Bell.En su afán de expansión se fusionó con Hewlett-Packard en 2002, en una operación muy polémica, con la burbuja de las puntocom recién estallada y en plena lucha de poder entre la consejera delegada de HP, Carly Fiorina y su consejo de administración. Al final, Fiorina terminó despidiendo a la mayor parte de empleados de Compaq y la marca desapareció definitivamente en 2013.
Grupo Marsans
El Grupo Marsans era uno de los principales conglomerados turísticos de España. Liderado por el que fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, abarcaba desde líneas de autobuses a aerolíneas, pasando por hoteles, aseguradoras y agencias de viajes.Los numerosos contactos empresariales y políticos de Díaz Ferrán le sirvieron para poder acceder a crédito fácil y a negocios que no estaban al alcance de cualquiera. Llegó a ser dueño de la aerolínea de bandera de Argentina, Aerolíneas Argentinas, después de que ésta se privatizase. Pero los préstamos se acumulaban y los impagos también. Viendo la quiebra del grupo a la vuelta de la esquina, en 2010 Díaz Ferrán y sus socios contrataron a un "liquidador" de empresas para que las vaciase de bienes, se los transfiriera a ellos mismos y declarase los posteriores concursos de acreedores, despidos masivos y disolución de las sociedades. Hoy la gigantesca empresa turística ya no existe y sus gestores cumplen penas de prisión con juicios aún pendientes.
Ramin Talaie / Getty
SAAB Automobile AB
El fabricante de automóviles sueco, que llegó a gozar de gran popularidad en Europa, cesó su actividad a finales del año 2009, cuando pertenecía al grupo General Motors, empresa que la adquirió en el año 2000.
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