¿Qué es la TAE de un préstamo y para qué sirve?
El TAE o la TAE es un cálculo para conocer los costes reales de los préstamos y algunos productos financieros, pero ¿de dónde sale y cómo se calcula?
Siempre que oímos a hablar de un préstamo, se nos menciona la TAE, que son las siglas de Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva. Es el resultado de una fórmula matemática en la que se incluyen el tipo de interés nominal, el importe de las comisiones y el plazo en el que vamos a pagar el préstamo. El TAE se usa tanto en los productos financieros de ahorro como en los préstamos hipotecarios, así como en los créditos al consumo.
La función de este cálculo es poder conocer de manera precisa cuál es el coste real de la operación durante un año. Una referencia muy útil que nos ayuda a orientarnos para entender lo que nos cuestan en realidad los préstamos de interés fijo.
El Banco de España obliga a todas las entidades a mostrar el TAE de sus productos, tanto en los folletos como en la publicidad. Anteriormente sólo se tenía en cuenta el TIN, el Tipo de Interés Nominal, a la hora de calcular el coste extra de un préstamo. No obstante, el TIN excluye determinados conceptos importantes para el cliente, como comisiones y plazo de la operación. Para conocer el valor real del dinero a devolver a la entidad financiera el Banco de España creó el TAE y además regula claramente qué conceptos entran en su cálculo y cómo se realiza éste.
¿Qué es el TAE de un préstamo bancario?

Evolución del TAE
Explicado de un modo sencillo, el TAE de un préstamo es la cantidad real que vas a pagar por el dinero que te va a prestar la entidad financiera. En este concepto se incluyen tanto el tipo de interés como las comisiones y el plazo de la operación. Por lo tanto, la Tasa Anual Equivalente es la cantidad final que pagarás al banco por prestarte el dinero, incluyendo los gastos extra que no puedas evitar.
El TAE se expresa en términos porcentuales, y te permite conocer cuánto cuesta el préstamo que deseas solicitar. Por poner un sencillo ejemplo, si el préstamo es de, 1,5% TAE y pides 150.000 euros, el total que deberás devolver a la entidad bancaria es de 152.250 euros.
El TAE se expresa en términos porcentuales, y te permite conocer cuánto cuesta el préstamo que deseas solicitar. Por poner un sencillo ejemplo, si el préstamo es de, 1,5% TAE y pides 150.000 euros, el total que deberás devolver a la entidad bancaria es de 152.250 euros.
¿Qué excluye el TAE?
Hay determinados conceptos que quedan fuera de la Tasa Anual Efectiva. En el caso de los créditos bancarios, no se incluyen los gastos que el cliente debe abonar a terceros, así como los seguros y garantías. O, dicho de otra manera: no se incluyen todos los gastos evitables. Independientemente de lo que diga tu entidad, hay cosas que no tienen por qué adquirirse al contratar un préstamo.
Diferencias entre TAE y TIN
A la hora de solicitar un préstamo, debes conocer tanto el TAE como el TIN. El TIN -Tipo de Interés Nominal- es la cantidad de dinero que debes pagar al banco sólo en concepto de intereses por el préstamo recibido. Por lo tanto, aunque el TIN es importante, no refleja la cantidad total que deberás abonar finalmente a la entidad financiera, porque recordemos: hay otros gastos asociados.
¿En qué productos se encuentra el TAE?
La Tasa Anual Equivalente se encuentra generalmente en tres tipos de productos financieros.
Productos de ahorro: en diversos productos de ahorro, tales como cuentas o seguros, el TAE indica el beneficio generado por el dinero depositado. Su valor es inferior a la tasa nominal ya que en el TAE se incluyen los gastos de liquidación.
Préstamos personales: en el caso de los préstamos personales, el TAE indica los gastos reales de la devolución del préstamo.
Préstamos hipotecarios: los préstamos hipotecarios tienen un periodo de devolución superior a un año, de manera que la Tasa Anual Efectiva puede variar ligeramente con la cantidad final a devolver por parte del cliente. En este caso, se suele hipotecar la vivienda como garantía de pago a la entidad financiera. Así, el TAE no incluye determinados gastos extra y -recordemos- algunos de ellos absolutamente opcionales, como los seguros asociados a la hipoteca.
Consejos para utilizar el TAE
El TAE es un indicador que refleja el tipo de interés anual. Mientras, el interés nominal de un préstamo bancario puede referenciar diferentes periodos, como por ejemplo mensual o semestral.
Teniendo en cuenta qué es el TAE de un préstamo, únicamente se debe utilizar para comparar préstamos del mismo plazo de tiempo.
Teniendo en cuenta qué es el TAE de un préstamo, únicamente se debe utilizar para comparar préstamos del mismo plazo de tiempo.
A la hora de realizar comparaciones, tampoco confundamos el TAE de un préstamo a tipo fijo con el TAE de uno a tipo variable. En el segundo caso no hay forma de conocer con absoluta seguridad cuál va a ser la evolución del tipo de interés variable en el mercado, sobre todo si el préstamo es a muy largo plazo.
TAE legal y TAE real

Fórmula del TAE
Para conocer qué es el TAE de un préstamo, es interesante que sepas cuáles son las diferencias entre la Tasa Anual Efectiva legal y real. La normativa actual obliga a que las entidades financieras informen a los clientes sobre el TAE en el contrato del préstamo, así como en la publicidad.
El Banco de España define claramente todos y cada uno de los conceptos que debe incluir el TAE. A día de hoy la Tasa Anual Equivalente incluye prácticamente todos los gastos, aunque en algunos casos se excluyen determinados costes extra que no son obligatorios para contratar el préstamo y que, en algunos casos, como en el de las hipotecas, es ilegal que seamos nosotros quienes los abonemos, como los gastos de notaría o el impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
El Banco de España define claramente todos y cada uno de los conceptos que debe incluir el TAE. A día de hoy la Tasa Anual Equivalente incluye prácticamente todos los gastos, aunque en algunos casos se excluyen determinados costes extra que no son obligatorios para contratar el préstamo y que, en algunos casos, como en el de las hipotecas, es ilegal que seamos nosotros quienes los abonemos, como los gastos de notaría o el impuesto de Actos Jurídicos Documentados.