¿Qué es una aceleradora de ‘start-ups’?
En los últimos 15 años el boom de los proyectos tecnológicos con mucha ambición y poca financiación ha encontrado el apoyo de inversores privados que les guían en sus primeros pasos para llegar al éxito
Lo que se conoce como aceleradora de start-ups es, simple y llanamente, una institución (pública o privada) que ayuda a las empresas de reciente creación –start-ups– a definir y desarrollar sus ideas y sus productos, a enfocar sus objetivos, a gestionar con eficacia sus recursos y a convencer al tipo de cliente hacia el que se dirigen.
Dicho de otra manera, una aceleradora de start-ups ayuda a definir el modelo de negocio –por tanto, el perfil– que hará que la compañía emergente en cuestión, supuestamente, entre con fuerza en un mercado tremendamente competitivo.
Obviamente, el programa que ofertan las aceleradoras de start-ups tiene una duración limitada –de entre tres y seis meses–, ya que, de lo contrario, estaríamos hablando de otro tipo de negocio. Su labor solo abarca, por definición, la fase inicial de la puesta en marcha de las nuevas empresas. Una vez comienzan a rodar solas, la aceleradora ha cumplido su misión.
Aunque hay distintos métodos de trabajo en general, este tipo de instituciones funcionan con un esquema muy parecido compuesto de cinco pasos:
1- Conciencia
2- Aplicación
3- Programa
4- Demo Day
5- Post Demo Day
Los tres primeros pasos son en los que la aceleradora trabaja con los emprendedores para perfilar las líneas maestras del proyecto (financiación, mercado, cultura digital, etc), el cuarto punto consistiría de una breve presentación ante posibles inversores organizada por la institución de apoyo. La fase PostDemo Day se referiría a la puesta en marcha definitiva del proyecto.
¿Es lo mismo una incubadora y una aceleradora?
Las incubadoras empresariales no son nada novedoso, pero tradicionalmente se trataba de organismos públicos que aportaban apoyo sobre todo logístico y material (espacio de trabajo y servicios básicos). En cambio, la implicación de la aceleradora es mucho mayor e incluye un asesoramiento, inversión y apoyo al proyecto.
Al ser un servicio mucho más personalizado y completo las aceleradoras de start-ups suelen ser mucho más exigentes a la hora de aceptar un proyecto y no todos pasan el corte. Por eso una aceleradora no presta su servicio a discreción sino que lo hace a través de convocatorias que, pese a ser abiertas a todo el mundo, son realmente competitivas con ratios de aceptación de proyectos por debajo del 10%. Suelen buscar proyectos compuestos por pequeños grupo de trabajo más que iniciativas de emprendimiento individual y la inversión se suele hacer contra acciones del proyecto.
¿Cuáles son las principales aceleradoras de ‘start-ups’ de España?
Y Combinator, definido por la revista Fortune como “un criadero de gigantes tecnológicos emergentes”, fue la primera empresa dedicada a apoyar proyectos y se creó en 2005 en Cambridge, Massachusetts (Estados Unidos). En menos de cinco años ya se había trasladado a Silicon Valley. En estos casi 15 años de vida han financiado más de 2000 proyectos cuyo valoración combinada supera los 00.000 millones. Entre las empresas que se beneficiaron de sus métodos están algunas empresas multinacionales como AirBnB o Dropbox.
En España el primer proyecto de estas características no llegó hasta 2010 cuando se fundó Business Booster. Desde entonces no ha parado de crecer el número de iniciativas para apoyar ideas innovadoras y muchas de las grandes empresas nacionales han creado sus propias aceleradoras, como por ejemplo:
- Wayra (Telefónica)
- Lanzadera (de Juan Roig, fundador de Mercadona)
- BStartup (Banco Sabadell)
- OpenTalent (BBVA)
- Pasion>IE (Instituto Empresa)
Otras son proyectos propios parecidos a Business Booster como: