La puesta a punto del coche antes de vacaciones
En verano, los trayectos por carretera se multiplican. Estos desplazamientos, junto con el calor, someten a tu coche a un grave desgaste, por lo que resulta esencial revisar ciertos componentes del vehículo para comprobar que estén en perfecto estado.
El verano ya está aquí y, con él, llegan las escapadas a la playa, la piscina o la montaña. De hecho, durante esta época del año, los desplazamientos por carretera crecen en gran medida. Esto, sumado a las altas temperaturas a las que se enfrenta nuestro vehículo, hace que debamos revisar algunos elementos olvidados durante el invierno antes de salir de viaje. Y es que el calor incrementa el riesgo de que un mal mantenimiento se convierta en una avería mecánica, pudiendo provocar pequeños errores en el funcionamiento de nuestro coche, que dificulten los largos desplazamientos de verano.
Mantener el vehículo en buen estado es indispensable para viajar con seguridad. Por ello, antes de ponerse al volante, es muy importante asegurarse de que el estado de los neumáticos, únicos elementos en contacto directo con la carretera, es el óptimo. En caso de circular con unos neumáticos desgastados o con una presión inadecuada, el vehículo pierde adherencia y capacidad de frenada, además de influir en el consumo de carburante. Por si fuera poco, las altas temperaturas también aumentan el riesgo de sufrir un pinchazo o un peligroso reventón.

Neumático
Filtros, aceite y radiador
Se recomienda cambiar cada año tanto el aceite de motor como varios de los filtros del coche que atrapan el polvo, así como otras impurezas. El motor debe estar bien lubricado, por lo que antes de irnos de vacaciones es un buen momento para revisar estar cuestión. Respecto al aceite de la caja de cambios, es muy importante comprobar que se encuentre en unos niveles óptimos para que los engranajes de la caja no sufran ningún daño.
También es necesario revisar el estado del radiador y de los manguitos, para descartar que existan fugas del líquido refrigerante, que pueden afectar también al rendimiento del sistema de refrigeración. Es importante que el motor esté bien refrigerado para evitar un sobrecalentamiento del vehículo.
Circular con una temperatura de ambiente correcta es algo esencial para hacerlo con seguridad, pues evita el cansancio y la fatiga del conductor. El sistema de aire acondicionado se convierte en un elemento clave, por lo que tenemos que comprobar que funcione correctamente. En caso contrario, puede que haya llegado el momento de cambiar el filtro o de realizar una carga de gas refrigerante. Otra posibilidad es que el compresor del aire esté roto o que el sistema de ventilación haya sufrido algún percance.
La rotura de la correa de distribución puede causar una de las averías más graves de nuestro vehículo. Por esta razón, debemos prestar atención a su estado al menos cada cuatro o cinco años y sustituir el kit de distribución cada diez años. Tampoco tenemos que olvidarnos de elementos como la bomba de agua, pues también pueden afectar al sistema de correas del vehículo.
Protegidos al volante
Sin embargo, no solo el coche debe estar preparado para los trayectos de verano, sino que nosotros también. Es importante recordar que debemos llevar siempre agua en el coche durante estos meses de calor para estar perfectamente hidratados. Además, no debemos olvidarnos de llevar ropa y calzado cómodo, y gafas de sol para evitar la pérdida de visión al volante y, como consecuencia, nuestra seguridad vial.