Ya puedes repostar hidrógeno en Madrid
Madrid inaugura la primera hidrogenera a alta presión en España, un proyecto conjunto de Enagás, Toyota España y Urbaser entre otras entidades.
La propulsión eléctrica parece haberse alzado con el premio a la alternativa definitiva a la combustión. Los fabricantes se encuentran inmersos en una carrera de obstáculos por encontrar las baterías más eficaces, menos pesadas y fáciles de mantener. No hablaremos del momento del reciclaje, otra de los hándicaps de esta propulsión que se las da de renovable y completamente limpia. Toyota, sin embargo, no se ha apuntado a esta competición masiva, su camino tiene un objetivo diferente: el Hidrógeno.
Esta tecnología, de la que ya hemos hablado largo y tendido en Muy Interesante, es la apuesta personal de los japoneses que democratizaron la hibridación con el Prius. El vehículo ya está creado, se trata del Toyota Mirai. Entonces, ¿Por qué no se han vendido modelos en España? Sencillo, no se podían repostar. Un proceso que ya será viable para los residentes en Madrid desde que se inaugurara la primera hidrogenera a alta presión en la Estación de Servicio San Antonio, en la Avenida de Manoteras.
Hasta ahora existían cinco estaciones donde se podía repostar hidrógeno en España pero su presión era insuficiente para los modelos actuales. Las hidrogeneras funcionaban a 350 bares y se utilizaban para el uso privado de empresas con vehículos específicos, dado que el usuario particular no requería de dicho combustible y los posibles coches del mercado tampoco casaban con esa presión. Una situación que cambió a finales de enero gracias a la colaboración de las empresas Enagás, Toyota España, Urbaser, Sumitomo Corporatio, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio y Carburos Metálicos. Juntas han construido la primera EESS de acceso público con un surtidor de hidrógeno a 700 bares de presión, la potencia necesaria para cargar un vehículo como el Toyota Mirai.

hidrogeno
La primera de muchas
La implantación del hidrógeno como alternativa a la combustión tradicional será cosa de palacio, e irá despacio. Este proyecto se anunció en verano de 2019 y, por motivos varios entre los que se encuentra la pandemia, no se ha podido finalizar hasta este 2021. Se trata de un punto de repostaje que suministrará hidrógeno verde, generado a partir de energías renovables como la eólica. Al contar con una presión de 700 bar/MPA será capaz de llenar los depósitos de un Mirai en menos de cinco minutos, un proceso que es como el del GNC (gas natural comprimido) y casi idéntico al de la gasolina o el diésel.
La apertura de esta hidrogenera abre la veda para hacer pública esta tecnología, demostrar su viabilidad y arrancar la transición hacia su utilización habitual. Actualmente, Toyota cuenta con más Mirai matriculados que nunca (unos 12 en total) que utilizarán sus trabajadores. Estas unidades deberán cargarse, porque no hay otra forma, en dicha estación de servicio que, ojo al dato, solo tiene espacio para guardar 10 kilogramos de hidrógeno al día. Eso significa que solo 2 Toyota Mirai podrán cargarse, algo que tampoco es un drama si tenemos en cuenta que ofrecen más de 500 kilómetros de autonomía.
¿Es peligroso repostar hidrógeno?
Las novedades siempre implican algo de miedo, desconfianza o alarma. En este artículo os hablamos de los mitos del hidrógeno y su peligrosidad. Muchos pensamos en este gas y nos imaginamos vehículos saltando por los aires, nada más lejos de la realidad. La reticencias hacia la utilización de este combustible son infundadas y Toyota, más que cualquier otra empresa, se encarga de desmontarlas a cada paso. La empresa japonesa lleva más de 25 años trabajando en esta tecnología, aplicándola a otros ámbitos de su cadena de producción y todo tipo de vehículos.
Los depósitos que contiene el Toyota Mirai han sido sometidos a las pruebas más exigentes de resistencia. Es más, han sido tiroteados con armas de alto calibre y expuestos a temperaturas insufribles. Si eso no fuera poco, el chasis del coche ha sido reforzado y la propia inflamabilidad del hidrógeno es menor que la de la gasolina. Su repostaje ha sido diseñado con el mismo cuidado y obsesión por la seguridad. Este proceso es casi idéntico al de la gasolina, con la única diferencia que debemos acoplar la manguera y cerrarla para que no existan fugas. Un acto fácil e intuitivo que se realiza mediante una pestaña visible y manejable.