Mitos sobre el hidrógeno, ¿Es peligroso?
Toyota es la principal impulsora de esta alternativa sostenible que recurre a un elemento infinito y que solo produce agua pero ¿Es seguro el hidrógeno? Desmontamos los mitos sobre su peligrosidad.
El ser humano es, por lo general, un animal de costumbres. Los cambios y las transiciones generan un estado de alarma y desconfianza que nos ha ayudado a sobrevivir a lo largo de la historia. Gracias a este recurso nos hemos erigido como los dueños de un planeta que ahora reclama nuestra implicación y empatía. Las soluciones las sabemos y aplicarlas es un trabajo de todos y cada uno de nosotros, empezando por la industria. Toyota lleva décadas liderando la transición sostenible de la movilidad. Con el lanzamiento del Toyota Prius, el primer híbrido de producción masiva, nos mostró que otro camino era posible y el tiempo les ha dado la razón. Ahora, los nipones han declarado su firme creencia en el hidrógeno como método de electrificar nuestros vehículos. De nuevo, se encienden nuestras alarmas. ¿Es el hidrógeno un combustible seguro?, ¿Los depósitos del coche explotarán?, ¿El líquido que suelta es químico? Os respondemos sobre estos y otros mitos de los vehículos de pila de combustible.
Como tantos otros combustibles, el hidrógeno debe cumplir unas premisas de seguridad para llevarse al área de la producción. Un cuidado que no solo recae en el propio vehículo, también en su logística, transporte, almacenamiento y distribución. Estas hidrogeneras son las encargadas de ofrecer autonomía a los propietarios de un Toyota Mirai, un vehículo que muestra el camino hacia un porvenir responsable y eficiente, sin mayor emisión que la de calor y agua.

Mirai
¿Son seguros los depósitos de hidrógeno del Mirai?
En este artículo te contamos todo lo que necesitas sobre el Toyota Mirai, el resultado de un proyecto con más de 25 años de trabajo a sus espaldas. Este coche es solo el principio para la firma nipona, que imagina una sociedad libre de emisiones gracias a este elemento inacabable en la tierra. Toyota conoce las reticencias de nuestra sociedad, repleta de miedos e inseguridades que pronto pasan a la historia en cuanto vemos las posibilidades reales. Por ejemplo, es muy probable que al hablaros de la pila de combustible y de los depósitos de hidrógeno instalados en el Mirai penséis en los riesgos de una explosión, y así con cualquier medio de transporte que exista.
Estos depósitos han sido sometidos a los test más exigentes, pruebas que implican disparos por armas de alto calibre, impactos, exposiciones al ácido y temperaturas muy elevadas. El propio vehículo ha sido reforzado con fibra de carbono y, ante cualquier choque, distribuirá la fuerza de manera homogénea para evitar un riesgo mayor al depósito. Es decir, no solo es seguro el propio recipiente, también el vehículo en su totalidad.
Las comparaciones son odiosas pero, en este caso, te ayudarán a comprender el porqué del mito. El hidrógeno tiene un grado de inflamabilidad muy amplio y un riesgo de explosión mucho menor a otros combustibles utilizados, ya que se vuelve reactivo entre el 18,3% y 59% de concentración en el aire. La gasolina, por ejemplo, tan solo necesita un 1% para explotar. Además, el hidrógeno es un gas que se eleva y se dispersa, mientras el propano o los vapores de la gasolina se acumulan en el suelo.

Hidrógeno
¿Es seguro el repostaje?
El hidrógeno es un elemento químico muy ligero que, en condiciones normales, es incoloro, inoloro y no contamina. En este artículo os explicamos las diferentes vías de producción de este combustible, una tecnología no perjudicial para el medio ambiente y que es infinita. Os explico esto porque podéis llegar a pensar que el líquido expulsado por los vehículos de pila de combustible es tóxico. Nada más lejos de la realidad. Se trata de única, y exclusivamente, agua. Es el vapor que surge de la producción de electricidad que acaba condensada y se debe vaciar.
Esta seguridad se traslada, también, al momento del almacenamiento y repostaje. Las llamadas hidrogeneras han sido diseñadas y construidas bajo unos parámetros muy concretos de seguridad. El almacenamiento del hidrógeno implica mucho volumen y la técnica más utilizada para su conservación es en forma de gas. Se almacena a muy baja presión y es la manera más económica hasta la fecha, junto con el estado líquido que implica temperaturas muy bajas y un aislamiento superior.
El tiempo de carga es, sin duda, el punto débil de los vehículos eléctricos. Los coches propulsados por pila de combustible no tienen ese problema. Su repostaje se realiza de forma casi idéntica al de un gasolina y diésel, mediante una manguera que acoplas de forma segura y sin fugas. Si queréis saber más sobre el hidrógeno y haceros unos maestros del futuro de la movilidad no dudéis en informaros. La página web DivulgaH2 os propone temario e incluso un test para saber si tenéis los conocimientos adquiridos.