Nacido de la pasión que produjo lo que en principio solo era un concept car cuando lo vimos por primera vez en el Salón de Detroit en el 2012.
Tal fue la revolución, que la marca nipona no dudo en hacerlo realidad respetando casi al cien por cien el concept. Ofrece dos opciones de motorización: el Lexus Lc500h equipado con un motor híbrido y el Lc500 con un todopoderoso V8 5.0L.
El diseño espectacular y vanguardista no solo se refleja en sus líneas perfiladas exteriores y sus pronunciados pasos de ruedas, ya que el interior ha sido diseñado con exquisita elegancia y funcionalidad utilizando materiales de extrema calidad.
Y para probar esta joya nos trasladamos hasta la isla de Kona, Hawái.
El comienzo
Hacer la maleta para la prueba de un coche, repitas las veces que repitas, siempre crea nervios; pero mirar el tiempo que hace en Hawái, saber que vas a recorrer sus carreteras a lomos de un súper deportivo que, por cierto, nadie jamás ha conducido, hacen que casi el día y medio que queda por delante antes de aterrizar se te haga eterno.
Lexus Lc500
El vuelo y yo
Primera escala Londres. Tras una breve parada me veo envuelto por esa capsula que Airbus diseño años atrás para menores de 1, 85 de altura.Delante de mí, además del muro del asiento de mi vecino del 13 B, casi once horas que en este caso no serán capaces de ser sosegadas con películas y series. La prueba que me espera me llena de expectación pero a la vez de dudas, ¿Lexus, capaz de crear un súper deportivo?¿Lexus saca los pies del tiesto y se desmarca del resto? ¿Lexus crea una versión hibrida/deportiva? En fin, cancelar cinco pruebas de otras marcas, llegar al punto oeste más lejano que pueda hacer volando, ¿merecerá la pena?Sinceramente, ni idea. Tras localizar una película interesante en español, decido relajarme y seguir en modo sorpréndeme.
Lexus Lc500
Yo y el vuelo
Una vez aterrizado en Seattle y tras ganarle el ángel malo de las calorías al bueno nos agenciamos un suculento perrito caliente y tarjeta en mano, embarcando a Kona, la isla grande.Estas en la cola, observas las primeras camisas hawaianas, te conciencias de que es real, que te está pasando a ti y no a nadie más y en ese momento alguien te mira y te invita a atravesar la puerta de embarque.La puerta del comienzo de algo que, aunque a estas alturas siendo consciente de la incapacidad de describirlo y la impotencia de percibirlo en su totalidad, no te cabe la menor duda de que estás ante una experiencia que marcará un antes y un después en la biblioteca de tus viajes.
Lexus Lc500
Y por fin llegamos
Casi siete horas después con malestar interior y sin saber realmente si me toca desayunar, almorzar, cenar o invernar mínimo un mes para recuperar esta maratoniana paliza aérea, aterrizamos.Una señorita se acerca y, con una sonrisa local, me invita a abandonar el avión. Y sí, es cierto: a pie del avión te esperan con un collar de flores, aunque en mi caso los bailarines hawaianos fueron sustituidos por un señor, eso sí, con toda la indumentaria que requería el momento.
Lexus Lc500
Situándonos
Tras un breve traslado, aparece entre las pocas luces que alumbran la noche de esta zona de la isla el Hotel Four Seasons, sin duda, a la altura de todas las sensaciones que me tenían preparadas los días posteriores.
Lexus Lc500
Cita a ciegas
Varias horas de descanso y los nervios por conducir el nuevo LC 500 fueron suficientes para dejar atrás cualquier secuela del brusco cambio de hora.Y allí estaba, aparcado en el parking junto al hall principal, como si hubiese sido diseñado conjuntamente al paradisíaco Hotel que lo rodeaba.Por fin el súper deportivo se podría palpar.
Lexus Lc500
Más allá del postureo
Hablar de súper deportivos a veces es coincidir en espacio y tiempo con un conductor frívolo e incluso despreocupado por todo lo que no sea más allá de provocar la atención a su paso.El nuevo Lexus LC 500 ha venido a redefinir al usuario de súper coches.Una simple vista al exterior te hace parar, mirar, seguir, dar varios pasos y, sin miedo a parecer un poco friki, volver hacia atrás , dar varias vueltas alrededor del LC 500 y pegar tu nariz al cristal para observar todo su interior.
Fiel a sus orígenes
Encontrar un vehículo que llega al tren de montaje coincidiendo en casi al cien por cien con el prototipo que Lexus presentó en el Salón del automóvil de Detroit del año 2012 bajo la denominación de FC-LC por el simple hecho de la revolución positiva que creó tras darse a conocer es ya casi un hecho histórico.Pero, sin duda, lo más histórico que producirá en la marca que lo fabrica es el antes y el después que supondrá la plataforma que utiliza el LC 500 y no solo por ser el vehículo más potente jamás fabricado por Lexus, sino porque, además, se convertirá en el primer capítulo de una saga capaz de revolucionar la marca japonesa.
Lexus Lc500
El diseño
El trazado de las líneas fuera de cualquier comparativo, el exagerado ancho paso de ruedas, la óptica capaz de crear un efecto tridimensional, la exactitud en la elección de la gama de colores realzando aún más sus trazados... Todo ello crea un coche único.
Lexus Lc500
Primeras sensaciones
Una imagen vale más que mil palabras.
Lexus Lc500
Conduciendo por Kona, la Isla Grande con el "HYBRID"
Elijo como primera prueba el LC 500 Hybrid, el cambio que simula diez marchas con la combinación de velocidades del motor de gasolina y el eléctrico combinado con la elección de Sport + como estilo de conducción hacen verdaderamente creíble que estemos al volante de un súper deportivo.Pisamos a fondo, y tras el cambio consecutivo de tres marchas logramos que el hibrido patine.Recuperamos la lógica y nos disponemos a conducir durante más de dos horas, tras rectas, curvas, rasantes… y aunque las limitaciones de la isla no nos permiten pasar más allá de las 55 millas las sensaciones que percibes no dejan lugar a dudas.
Lexus Lc500
Y con el V8 ¿qué?
A mitad de camino cambio de coche, un cinco litros V8 color chocolate con interior blanco impoluto capaz de desarrollar 477 CV alcanzado los 100 k/h en 4.7 segundo me espera.He dejado para el final el dulce preferido, el bombón que nunca compartirías.Arranco, sistema sport + y tras una salida impresionante disfruto de un tramo de curvas de más de 30 km, una vez terminado paro junto a uno más de los increíbles parajes que me han ido acompañando durante todo el recorrido.Mi parada era necesaria, necesitaba recapitular sensaciones, fotografiar la máquina que con mirada desafiante me incitaba a seguir. Hora y media después culmino el increíble test drive que la organización había diseñado.
Lexus Lc500
Conclusión
Un helicóptero me esperaba para devolverme al hotel.Vistas increíbles de acantilados y cataratas ilustran mi camino de vuelta. Durante la hora que duro el trayecto tubo cabida cualquier pensamiento excepto si había merecido la pena, porque a estas y en estas alturas ya me lo había contestado y no solo en una ocasión.