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Diez consejos para mantener limpios los cristales del coche en verano

Las altas temperaturas, y otros factores como el polvo, los insectos o el sol provocan que la visibilidad se reduzca y que los cristales sufran mucho en estas fechas

Aunque nos resulte muy extraño, los primeros vehículos no llevaban parabrisas. Unas gafas formaban parte del atuendo imprescindible de todo conductor. Aún así, el polvo, el viento, los insectos, el barro y las piedras del camino y la lluvia convertían la experiencia de ponerse al volante en un peligro continuo, además de poco confortable. ¿Seríamos capaces hoy de conducir en semejantes circunstancias? Todo es posible, pero sería absurdo y muy peligroso. Los parabrisas están presentes en los vehículos desde los primeros años del siglo pasado y su aparición fue determinante para que conducir sea un auténtico placer.
Todo conductor responsable sabe que el parabrisas es un elemento fundamental de seguridad. Una razón poderosa por la que es imprescindible el arreglo del parabrisas es ante cualquier impacto o desperfecto, ya que evitará males mayores y riesgos innecesarios. Esta pieza nos garantiza una buena visibilidad, protección y confortabilidad, además de ser esencial para la resistencia estructural del coche. Pero no siempre fue así. La historia del parabrisas muestra una evolución constante, que no ha tenido el eco de otros progresos tecnológicos y mecánicos.
Y los cristales de un automóvil necesitan más atención que nunca durante las vacaciones de verano. Las altas temperaturas de las olas de calor y otros factores, como el polvo en suspensión o la arena de las playas, provocan que los cristales sufran mucho y que sea más difícil mantenerlos limpios. En un periodo del año es en que se producen un gran número de desplazamientos es de vital importancia mantener en buen estado el parabrisas. A través del parabrisas llega el 90% de la información que recibe el conductor y un porcentaje muy importante de la que reciben los sistemas ADAS de asistencia a la conducción, cuyas cámaras y sensores están instalados sobre el cristal delantero de un vehículo. Mantenerlo limpio y en buen estado -sin impactos ni grietas- es clave para que los ojos del conductor y las cámaras de los sistemas de seguridad puedan 'ver' con claridad lo que sucede por delante del vehículo. Así, desde Carglass nos ofrecen una serie de consejos básicos para conducir con más seguridad y que los cristales de nuestro coche no nos den problemas en vacaciones.

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