Las tecnologías inteligentes del nuevo CX-5 proporcionan un nivel de asistencia perfectamente en línea con el placer de conducción que promete el fabricante japonés: están pensadas para reducir la fatiga y para prestar ayuda cuando es necesario, pero nunca a costa de restar placer al volante
Trabajar en conseguir un alto nivel de seguridad en el sector automovilístico significa salvar vidas. Y es que la industria invierte muchos millones cada año para conseguir que los coche sean cada vez más seguros, en lo que comúnmente se llaman sistemas de seguridad activa. En concreto, significa que gracias a estos sistemas se puede evitar que se produzca un accidente.
De hecho, este 2022, desde el mes de julio, ya será obligatorio que muchos vehículos incorporen una serie de sistemas de asistencia a la conducción, ó ADAS (Advanced Driver Assistance System, por sus siglas en inglés). En realidad se trata de ocho sistemas que, si compras un coche fabricado a partir de esta fecha, vendrá con Asistente de Velocidad Inteligente, Detector de Fatiga, una Caja negra, la preinstalación de un alcoholímetro -que no te permitirá arrancar el coche en caso de dar positivo-, la Cámara trasera con alerta de tráfico cruzado, la Frenada de Emergencia, la alerta de cinturón de seguridad y la Alerta de cambio involuntario de carril.
Sin embargo, Mazda lleva años contando con muchos de estos elementos que contribuyen a mejorar la experiencia de conducción minimizando el riesgo de accidentes. Fiel a su Espíritu Mukainada de superación constante, Mazda lanzó al mercado en 2012 el Mazda CX-5, que este 2022 se renueva. Este SUV compacto inauguró toda una nueva generación de vehículos con diseño KODO, tecnología ultraeficiente SKYACTIV y se situó a la vanguardia en tecnologías de seguridad activa gracias a la incorporación de i-Activsense, un conjunto de sensores de radar que ayudaban al conductor a identificar peligros potenciales en la carretera y contribuían a reducir drásticamente el riesgo de accidente.
En la versión renovada de este año, sin aumentar su coste, ofrece altos niveles de seguridad activa y pasiva, tal y como se espera de cualquier modelo de Mazda. Así, estás tecnologías inteligente proporcionan un nivel de asistencia perfectamente en línea con el placer de conducción que promete el fabricante japonés: están pensadas para reducir la fatiga y para prestar ayuda cuando es necesario, pero nunca a costa de restar placer al volante.
Faros Smart Full LED adaptativos
Una gran novedad de la versión de 2022 es la evolución de los Faros Smart Full LED adaptativos (ALF). En ambos faros, la matriz de ledes de las luces de carretera antideslumbramiento cuenta ahora con veinte módulos, en lugar de doce, que pueden encenderse o apagarse de forma independiente.
Más precisa
Con este nuevo sistema, la iluminación se regula de manera más precisa y al conductor le resulta más fácil distinguir peatones que, por la noche, aparecen repentinamente tras la sombra de otros vehículos.
Visibilidad nocturna
El sistema utiliza además nuevos patrones de distribución de la luz que mejoran la visibilidad nocturna. Por ejemplo, dispone de una función variable que alterna entre tres patrones de iluminación diferentes según la velocidad del vehículo y el alcance de la luz.
Aún más preciso
También cuenta con un patrón variable en seis pasos que adapta la distribución de la luz al ángulo de la dirección, para iluminar mejor las curvas.
Ante los más vulnerables
Toda la gama equipa de serie el Sistema de asistencia a la frenada en ciudad avanzado (SCBS), que emplea una cámara de visión delantera para detectar vehículos y peatones, tanto de día como de noche.
Minimizar riesgos
Cuando existe riesgo de colisión frontal con otro vehículo o con un peatón, el sistema frena o reduce automáticamente la velocidad del coche.
Tecnologías de apoyo
Entre las tecnologías de apoyo a la conducción i-Activsense incluidas de serie en la gama destaca el sistema de Alerta de cambio involuntario de carril, el Control de ángulo muerto (BSM) con Detector de tráfico trasero (RCTA) y el Control de crucero adaptativo (MRCC).
Hasta en las cuestas
El equipamiento de seguridad activa de serie también se completa con un sistema antibloqueo de frenos a las cuatro ruedas (4W-ABS) con Distribución electrónica de la frenada (EBD) y Asistencia a la frenada, Control de estabilidad (DSC), Control de tracción (TCS), Señal de parada de emergencia (ESS) y Asistente de arranque en cuesta (HHA).
En tráfico intenso
Sin olvidarnos de la asistencia al acelerador, el pedal del freno y la dirección en situaciones de tráfico intenso, con el fin de reducir la fatiga del conductor. El CTS se encarga de ajustar automáticamente la velocidad para mantener una distancia adecuada con el vehículo precedente. A velocidades de hasta 55 km/h, también incluye asistencia a la dirección, para mantener el vehículo en su carril en las curvas.
Mazda Co-Pilot
Bajo la filosofía denominada Mazda Proactive Safety, Mazda continúa trabajando en tecnologías de seguridad avanzada con el objetivo de erradicar los accidentes de tráfico en la medida de lo posible.
Conducción autónoma
Para ello, actualmente está desarrollando el concepto Mazda Co-Pilot, una propuesta de conducción autónoma centrada en el ser humano que permite que el conductor pueda disfrutar al volante, al tiempo que el vehículo monitoriza en todo momento su conducción y realiza una "conducción virtual", lo que significa que está listo para conducirse de manera autónoma en caso de que detecte un riesgo potencial de accidente.
Máxima calificación
Asimismo, resaltar que el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), uno de los organismos más prestigiosos de Estados Unidos, ha anunciado que el Mazda CX-5 ha conseguido el mejor resultado y ha sido el único vehículo de un total de veinte modelos SUV de tamaño pequeño y medio analizados que ha obtenido la máxima calificación posible tras los últimos tests realizados, en los que se ha incluido una nueva prueba de choque lateral más exigente.
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