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¿Cuándo y cómo se inventó el patinete eléctrico?

Nada tiene que ver el primer patinete eléctrico de la historia con el patinete con el que convivimos hoy en día en las grandes ciudades. Lo que fue un simple juguete para niños ha ido evolucionando hasta convertirse en una alternativa real al transporte tradicional.

Nadie puede negar que el patinete eléctrico ha revolucionado la idea que teníamos, hasta ahora, de movilidad, ofreciendo una alternativa real a las modalidades de transporte más convencionales. El patinete se planteó años atrás como un juguete para los más pequeños de la casa. Sin embargo, poco a poco, se ha ido convirtiendo en un medio de transporte perfecto para todas aquellas personas que se mueven a diario por las grandes ciudades como Madrid y Barcelona. No obstante, su historia viene de lejos… Y es que, en 1915, el imperio Krupp, una compañía dedicada a la fabricación de pequeñas armas durante la Guerra de los 30 años, se pasó a la producción de monopatines motorizados –con un motor de gasolina de 155 centímetros cúbicos– en su  fábrica situada en Long Island, Nueva York
Fue a partir de la década de 1930 cuando este tipo de vehículos empezaron a evolucionar. Así pues, se mejoraron los frenos, las luces y la suspensión, además de aparecer los modelos plegables. Los primeros modelos eran pesados y con una maniobrabilidad más bien reducida, pero con el paso del tiempo todas estas características fueron mejorándose, llegándose a fabricar incluso modelos con asiento. Tras las Segunda Guerra Mundial, aumentó la producción de estos monopatines con motor, debido en gran parte a que algunos países sufrían escasez de gasolina, que acabaron convirtiéndose en los antecesores de los patinetes eléctricos modernos que conocemos hoy en día.
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Patinete eléctricoiStock

Años 60 - años 80

Aunque, durante los años 60, los patinetes aún se construían con madera, ya empezaron a sufrir modificaciones, como por ejemplo la barra vertical que se les añadió para proporcionar al usuario una mayor sujeción y estabilidad. No obstante, hubo que esperar hasta la década de los 80 para que aparecieran en escena patinetes fabricados con materiales menos pesados y más resistentes, como el aluminio.
Las ruedas también evolucionaron, pues comenzaron a elaborarse con polímetros resistentes, en vez de con goma, consiguiendo de este modo un mejor agarre y una mayor velocidad. De hecho, los nuevos patinetes ya presentaban un manillar plegable y un sistema de frenos en la rueda trasera. Fue entonces cuando, al transformarse en vehículos más ligeros, empezaron a verse más por las calles de algunas grandes ciudades, extendiéndose la fiebre de los patinetes entre niños y adultos, indistintamente.
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Años 90 - actualidad

Durante los años 90, el uso del patinete, así como el del monopatín y el del skate, ya estaba estandarizado por la sociedad, por lo que se requería dar un paso más hacia adelante. Así pues, se consiguió incorporar un motor eléctrico al patinete para evitar tener que pedalear de forma continua.
Actualmente, existen numerosos fabricantes de patinetes, que se encuentran constantemente innovando e introduciendo nuevas mejoras y características útiles, con el objetivo de satisfacer la gran demanda que hay de patinetes eléctricos, e intentar cubrir las necesidades del cliente y del mercado global. A diferencia de los primeros modelos, los actuales patinetes eléctricos son mucho más económicos, ligeros y, sobre todo, sostenibles; características que, sin duda, han ayudado a convertirlos en una alternativa más a los medios de transporte más contaminantes.

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