La introducción del concepto coupé a los todocaminos me parece de lo más adecuada. No solo lo defiendo por el detalle estético, también puede significar la modificación parcial del tacto del vehículo. Eso mismo sucede con el Renault Arkana, el último miembro de la familia todocamino de la firma del rombo, que, no solo es bonito por fuera, también se siente ligeramente más deportivo y reactivo que el resto de sus hermanos. Os hablamos de él en su lanzamiento pero, con motivo de su elección como finalista al Coche del Año en España, lo hemos podido probar a conciencia durante un mes entero. El Arkana está disponible en dos motorizaciones ECO, una de 140 CV microhíbrida y la E-Tech de 145 CV e hibridación autorrecargable. En nuestro caso, hemos optado por esta segunda opción, más acorde con el uso habitual de un modelo de estas características y con la potencia suficiente para no quedarnos a medio gas en un tramo convencional.
Han sido 30 días en los que hemos realizado todo tipo de recorridos, con vías rápidas de por medio y bastante ciudad. Nos hemos beneficiado, y muy alegremente, de su distintivo ECO de la DGT para aparcar en zonas azules por la mitad del precio y no sufrir en caso de entrar a Madrid Central. Su tamaño nos ha parecido ideal para una familia de cuatro personas, con hasta 480 litros de capacidad de maletero aprovechables por sus formas cuadradas y boca de carga amplia. La amplitud en los asientos traseros no generará ninguna batalla por falta de espacio, incluso viajando tres niños sin necesidad de sillas homologadas.
El sistema de propulsión de esta unidad se compone de un bloque térmico gasolina de 94 CV y 148 Nm de par que se apoya en otros dos bloques eléctricos, de 49 CV y 20 CV respectivamente. La batería de iones de litio es, probablemente, su punto más flaco, con 1,2 kWh de capacidad. Algo que no se combina demasiado bien con un cambio automático, de serie en ambas versiones, de cuatro marchas. En la siguiente galería detallaremos mejor las sensaciones de conducción y lo compararemos con el resto de la gama.
El Arkana
El Renault Arkana mide 4,56 metros de largo por 1,82 metros de ancho y 1,57 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,72 metros. El peso total para la variante E-Tech es de 1 510 kilogramos, que es bastante y se deja notar en las carreteras convencionales o subidas pronunciadas.
SUV coupé
El Arkana se enmarca en un segmento poco competido, por ahora. Su rival más directo es el Cupra Formentor, que tiene un precio superior si hablamos de la opción híbrida. La caída del techo coupé perjudica ligeramente la habitabilidad anterior, algo que le diferencia del resto de la gama SUV de Renault.
Dos opciones
Por ahora, el Renault Arkana está disponible en España con motorización gasolina TCe de 140 CV y tecnología microhíbrido o la opción probada, que se trata del Arkana E-Tech de 145 CV. Ambos combinan el cambio automático de cuatro velocidades, uno de los puntos flacos de este modelo si buscas una conducción más dinámica.
Ideal como único coche
El Arkana E-Tech nos pareció, durante su presentación, la opción más coherente para un uso diario. La presencia de dos motores eléctricos, de 20 y 49 CV, hace que sea capaz de circular en modo cero emisiones durante un breve espacio de tiempo. Eso reduce notablemente los consumos en el uso urbano. Homologa un gasto medio de 4,3 l/100 km pese a que durante nuestra prueba no bajó de los 5 l/100 km, un dato correcto a mi parecer.
Un interior cómodo
Antes de pasar a desgranar su comportamiento dinámico, repasemos su interior. El diseño exterior es muy subjetivo, lo mismo sucede con el habitáculo. La distribución de los elementos en los Renault es muy especial, con una pantalla vertical de 9,3 pulgadas en la versión R.S Line probada. El cuadro de instrumentación es de 10,2 pulgadas en este caso.
Fácil de usar
Los fabricantes deben confiar el desarrollo de los sistemas multimedia a aquellos que sepan hacerlos sencillos, manejables e intuitivos. Es el caso de Renault, que sigue concediendo la climatización a unas ruletas de toda la vida y mantienen los mandos físicos para los modos de conducción, algunas ayudas y funcionalidades de confort. Además, la navegación por la pantalla es rápida y lógica.
Plazas traseras justas
Las plazas traseras del Arkana se acercan bastante, en cuanto a sensaciones, a las de un Kadjar. Eso sí, la caída del techo coupé penaliza a la amplitud y hace que te parezca más cerrado y apretado. Atrás caben, sin problema, dos adultos de menos de 1,80 o tres niños que no necesiten silla.
Maletero aprovechable
El maletero de 480 litros es más que suficiente para el equipaje de una familia de cuatro miembros. Si viajas en pareja y requieres de más espacio puedes reclinar los asientos traseros y aumentar la capacidad hasta los 1 263 litros. La boca de carga es amplia y sus formas muy aprovechables. El modelo microhíbrido tiene 513 litros de capacidad.
El R.S Line
La versión probada (R.S Line) conjuga a la perfección con el tarado, un poco más deportivo, de este Arkana. El resto de la gama SUV grande de Renault (Koleos o Kadjar) suelen priorizar el confort, detalle que perjudica claramente a la hora de trazar una curva o ir más rápido por un tramo de carretera convencional. En este caso, la dirección y el recorrido de la suspensión es firme.
Híbrido y pesado
Introducir las baterías de un sistema híbrido autorrecargable afecta, directamente, al peso final de cualquier modelo. El Arkana E-Tech pesa casi 100 kilogramos más, lo que hace que en una frenada o paso por curva se sienta más lento y algo perezoso. Eso supone una mayor predicción por nuestra parte al volante.
Sin motores eléctricos
La poca capacidad de la batería es algo a tener en cuenta. Cuando el Arkana E-Tech se queda sin energía eléctrica pasa a tirar solo de los 94 CV del motor térmico, que son muy pocos para cualquier tipo de circulación con este modelo. Por ese motivo, deberemos tener una conducción de recuperación, aprovechando las frenadas regenerativas y las desaceleraciones.
¿Cuánto cuesta?
El modelo probado es un Renault Arkana R.S Line E-Tech Híbrido de 1450 CV, el más caro de toda su oferta comercial. Sale desde 31 844 euros pero equipado hasta los topes con todo tipo de ayudas a la conducción, cámara 360 grados y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. El único sobre coste ha sido el cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas.
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