Del 905 al Peugeot 9X8
La firma del león presentó su nuevo hypercar Peugeot 9X8, con el que competirá en las 24 Horas de Le Mans treinta años más tarde.
La electrificación del parque automovilístico supone, a día de hoy, un conflicto para los aficionados al motor. Cuesta imaginarse un futuro emocionante a base de baterías. Sin embargo, todo es posible, tal como demuestran las competiciones al ponerse al día e innovar. Ejemplo de ello son las 24 Horas de Le Mans, la prueba más icónica y conocida de todos los tiempos, en las que corren los hypercar más potentes (ahora híbridos) desde principios de los años 20. En 1992 Peugeot consagró su 905 en esta carrera de resistencia, haciéndose, también, con el primer puesto en la clasificación de constructores. Más de treinta años después la firma del león recupera su esencia deportiva con el Peugeot 9x8, el hipercoche que competirá en Le Mans defendiendo el valor y la excelencia de la firma francesa.
Peugeot es una firma con más de 210 años de historia, pero su incursión en la resistencia no llegó hasta los años 90. Fue entonces cuando arrancó el desarrollo del Peugeot 905, con el retorno al circuito de la Sarthe como equipo oficial. La marca entró en el Campeonato del Mundo de Sport Prototipos, que es ahora el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA. Lo hizo con el objetivo de mostrar los valores de la marca -excelencia, atracción y emoción- pero acabó por convertirse en el vencedor de la prueba un año más tarde. Tres décadas más tarde la situación es parecida, el público requiere de inputs e imágenes de prestigio para decidirse por un coche u otro.
Nada tiene que ver el Peugeot 905, con bloque V10 de 3,5 litros y 650 CV de potencia, con el actual Peugeot 9x8. Este último sigue la estela de los últimos ilustres de su familia, pero con la tecnología eléctrica como aliado. Combina un bloque V6 biturbo gasolina, de 680 CV, con un motor eléctrico de 270 CV que, de manera conjunta, alcanzan los 750 CV. Una potencia que debe gestionarse no solo mecánicamente, también en el aspecto aerodinámico. La imagen de este hypercar no deja a nadie indiferente, empezando por la ausencia del habitual alerón de dimensiones considerables. Pero no es la única característica de este bólido híbrido, te contamos más en la galería.

Peugeot 905
El Peugeot 905 arrancó su desarrollo en 1988, convirtiéndose en una realidad dos años más tarde. Entre 1990 y 1993 batalló contra los fabricantes míticos de la competición, como Porsche y Jaguar, además de los aspirantes Mazda y Toyota. En 1992 se llevó la victoria en las 24 Horas de Le Mans y acumuló los puntos necesarios para hacerse con el título de constructores.

Peugeot 9x8
La silueta del Peugeot 9x8 guarda cierta semejanza con el pasado, un guiño al respecto que la firma guarda por su historia. Treinta años después recurre a la identidad histórica para crear un coche esbelto, elegante y emocionante. Su figura genera sensación de velocidad a primera vista, de eso no cabe duda.

León

Aerodinámica espacial
Los retrovisores del 9x8 están integrados en el chasis, lo que reduce claramente la resistencia al aire. Para poder circular con más de 700 CV bajo el pie es esencial la aerodinámica, algo en lo que han trabajado profundamente desde Peugeot Sport.

Una zaga única
Cuando pensamos en hypercars nos imaginamos un gran alerón, pero no. El diseño del Peugeot 9x8 no requiere de este detalle aerodinámico de grandes dimensiones, lo que lo convierte en un modelo más refinado y elegante de lo normal, un riesgo que han querido aceptar de la nueva normativa.

Prestaciones de escándalo
Todavía no tenemos los datos del Peugeot 9x8, pero sí sabemos el propulsor que lleva. Se trata de un V6 biturbo gasolina de 680 CV de potencia de tracción trasera, combinado con el motor eléctrico de 270 CV que se encarga del eje delantero. El umbral de la tracción a las cuatro ruedas está estipulado por el reglamento, de modo que no puede superar la potencia conjunta de 750 CV.

Pasado y presente
El hypercar Peugeot 9x8 nos muestra algunos guiños al pasado de la firma en Le Mans, como su nombre. El “9” hace referencia a los modelos que se desarrollaron en los 90 y que utilizaban este número para identificarse como coches de carrera de resistencia. La “X” hace referencia a la posibilidad de la tracción total y el “8” a los modelos de la actualidad.